América Latina ha tenido un ecosistema de emprendimiento activo desde hace varias décadas. Los países de la región siempre se han caracterizado por un espíritu de creación, innovación y desarrollo. Sin embargo, los últimos diez años han significado el verdadero ascenso de las start-ups de la región, generando algunas de las propuestas más importantes en los sectores de tecnología financiera, reparto a domicilio y retail, por nombrar sólo algunos. 

A finales de 2022, las tres mayores economías de América Latina habían producido 39 start ups que alcanzaron el estatus de unicornio, que se suman a media docena de otros mercados. Al mismo tiempo, el fin de la pandemia ha significado una desaceleración en el índice de crecimiento del sector a nivel regional debido a las presiones económicas que han afectado el financiamiento a través de fondos de capital de riesgo y las tendencias de consumo digital que incrementaron de manera significativa durante la pandemia. 

Sin embargo, el boom del sector tiene el potencial de continuar, impulsado por la escuela y tradición de emprendimiento que se ha cimentado en la región, así como por la serie de características demográficas y económicas que mueven a la región en la actualidad. Además, el sector de propuestas nacientes está en un punto de madurez idóneo para fusionarse con las tecnologías transformadoras más relevantes de nuestros tiempos, para crear una sinergia tecnológica sin precedentes para América Latina. 

La nube híbrida: tecnología para el crecimiento 

La nube híbrida hace referencia a cuando una organización o empresa tiene una combinación de nube privada, nube pública y entornos tradicionales, ya sea de forma local o externa. Esta tecnología permite a las empresas gestionar sus datos y cargas de trabajo críticas de manera eficiente, lo que les permite elegir dónde deben estar sus datos y cargas de trabajo, de acuerdo con sus necesidades de negocio. 

Empresas de todos los tamaños utilizan un enfoque de nube híbrida por sus beneficios para el negocio, como la flexibilidad, un mejor performance y la capacidad de acelerar su innovación, factores que se vuelven cada vez más relevantes para las empresas con objetivos de crecimiento a gran escala.

En primera instancia, la nube híbrida impulsa el camino de desarrollo para las tecnologías transformadoras más relevantes de la actualidad: la inteligencia artificial, la automatización y procesamiento de datos y las innovaciones más avanzadas de ciberseguridad. 

Por otro lado, la nube híbrida habilita más opciones para el ecosistema, permitiéndole a las empresas maximizar el valor de sus activos para añadir valor a su estrategia de negocios. Por ejemplo, un reciente estudio de IBM a Directores de Datos de diferentes industrias, mostró que la nube híbrida es la segunda tecnología más importante para desbloquear o aprovechar el valor de los datos en América Latina, con un 57%. Solo la supera el Internet de las Cosas y está por encima de la Inteligencia Artificial. 

Además, al contar con nubes especializadas por industria, las empresas de los sectores altamente regulados pueden operar en un ambiente seguro y que cumple con los requerimientos locales. Esto puede resultar particularmente beneficioso para las start ups enfocadas en la industria financiera, las cuales han vivido un auge en América Latina desde el 2020. 

Cuando la estrategia de nube híbrida se entiende e implementa como un eslabón clave de la estrategia de negocio, es posible desbloquear su potencial como herramienta indispensable para que los emprendimientos de la región alcancen lo que necesitan para incentivar la inversión y el hípercrecimiento. Este es el momento para que las nuevas propuestas se apalanquen del potencial tecnológico existente y la nube híbrida es el punto de partida para esta colaboración.